domingo, 24 de febrero de 2013

El instalador de alarmas ( ilustración de Gonzalo López)



Hacía tiempo que había perdido mi último empleo, y  temeroso de perder mucho más tiempo y que se terminaran los últimos meses de paro, tome la decisión de agarrarme a lo primero que me ofrecieran.
La mayor parte de mi día la dedicaba a mirar oferta en Internet  a hojear periódicos y estar al tanto del teléfono, por si  entraba alguna llamada que me sacara del apuro.

Así es como comienza esta historia, con una llamada de teléfono, era del responsable de zona del sistema de alarma que tenia instalado en casa y dado que  tocaba la revisión, anunciaba su visita al mismo  tiempo que me quería  hacer alguna nueva propuesta.

Se pasaría  por casa en un par de horas sobre las cinco y aunque no vivo solo hasta la noche  no vendrá nadie más por casa.

La soledad, el aburrimiento,  las largas horas de tedio,  hicieron que  mi mente empezara a volar, que las fantasías después de mucho tiempo comenzaran a disparar mi libido y mi polla después de bastante tiempo comenzó a tomar nuevamente vida propia.

Al sonar el timbre de la puerta, tuve que disimilar mi  erección y solo deseaba que  fuera  un tipo delgado  y lampiño, para que mi polla retornara a  la más absoluta normalidad.
Pero no fue así, apenas pude saludarle, solo recuerdo que el trataba de retirar  su mano de la mía, mientras como un bobo no dejaba de mirarle a los ojos, después  fue otro tipo de inspección mi  mirada le recorrió de  arriba  abajo y nuevamente  mediante un carraspeo, me saco de mi obsesión y me recordó el tema de visita.

Su estatura era  prácticamente como la mía 170 cm, ojos negros como el azabache, cabeza rapada  y  perilla, vestía traje cómodo de batalla, y a pesar de su escasa estatura, se le veía esbelto a pesar de su complexión   fuerte.

Como te comentaba por teléfono, si me permites que te tutee, debemos de hacer  una revisión de mantenimiento, y  ponerte al día de las últimas novedades que  estamos  ofreciendo.
Bueno al verte con  esta pinta, pensé que  sería un tema meramente comercial.

Bueno, la verdad es que con tanto ajuste de personal, nos hemos quedado  escasos de gente y a veces a pesar de ir con traje, me toca hacer alguna tarea  de técnico.

Mientras decía esto, estábamos llegando a la casa y ahora era el que no dejaba de mirar mi culo a traves del  pantalón de chándal rojo.

Al notarse pillada en renuncio, y después de mi primer lapsus, como hombre  dado a no perder tiempo y  a hablar claro, sonriéndome me dijo

Bueno  ya veo, que nuestras miradas nos han traicionado  y  poco más podemos decir.

Si dije yo, no solo  nos han delatado  sino que además han dicho más de lo que debían, mientras  me acercaba  a él  para indicarle donde estaba la centralita.

Lejos de separarse, obstruyó con su cuerpo cuanto puso mi paso, y  al  ponerme a su misma altura disimuladamente  me sujeto con la mano a la altura del muslo y mirándome a los ojos elevo su  mano izquierda hacia mí nunca y  atrayendo  mi cara hacia la suya nos besamos por primera vez.

Tras el apasionado  beso, me dijo, espera un momento.

Llamo a la oficina, dio unas instrucciones y unas claves  y volvió a lanzarse literalmente sobre mí.

La centralita estaba en el vestidor  de mi dormitorio, y mientras nuestras bocas se devoraban,  miraba  la escena  en el gran espejo de las puertas del armario  y  me retroalimentaba de morbo.

Le cogí de la mano y lo lleve hasta la cama, nos tumbamos en ella  mientras nos devorábamos, su  boca sabia a anís, algún caramelo pensé  yo mientras  hurgaba con mi lengua en su interior, su piel olía a canela y  ese perfume  me llevaba a mi infancia, aunque no  terminaba  de concretar lo que me recordaba.

En el fragor de la lucha, nuestro calzado  había desaparecido de nuestros  pies,  y  la ancha cama  servía de  área de acción  y  revolcones de un lado  para otro. Sus manos  sobaban  mi  culo,  las mías hacia lo mismo  con  el suyo  y  en una de las volteretas,  tantee su  paquete, confirmando  que  la herramienta  no solo era algo  consistente, si  no que  el tamaño también era prometedor.

En una de las vueltas el quedo encima de mí, a  horcajadas sobre mi cintura, la presión de su culo contra mi polla era tremenda  y  mientras  me miraba y  me sonreía, empezó  quitándose la chaqueta.

Yo en ese momento solo veía un dios, un  dios al que me entregaría   en lo que hiciera falta, al que daría  lo que me pidiera.

El mientras se soltaba la corbata, lo hacía despacio , recreándose en la acción, se afloja el nudo, se suelta el botón de arriba de la camisa, suelta los botones de  los puños , se   deshace el nudo  de la  corbata  y  soltándose la, la pone tras mi cuello  y  me atrae hacia él, buscando  un nuevo encuentro  de nuestras  bocas,  intercambiando nuevamente nuestras salivas y explorando a fondo  nuestras  bocas y gargantas y  con las respectivas lenguas.

Me deja caer sobre la cama , mientras  yo  me saco la sudadera , el se suelta definitivamente  la camisa  y muestra  unos pectorales no muy  marcados, pero si  muy trabajados y rasurados, paso mis manos  por ellos, busco sus pezones  crecido  orgullosos, y juego con ellos, el se libera  de  mis manos  y  juega con su lengua en mis  pezones anillados, se separa unos centímetros, para mirarme a los ojos, me levanta  el brazo derecho y  se hunde  en mi  axila, buscando lo más profundo  y aromático de mi sobaco, saca su lengua y se deleita lamiéndola de abajo arriba una y  otra vez, después mirándome nuevamente a los ojos me reta a  ir a buscar en sus labios  el elixir de mis sobacos ; envolviéndonos nuevamente en un férreo morreo.
La temperatura de nuestros cuerpos había aumentado considerablemente sobre mi  piel aparecían las primeras gotas de sudor y según las veía aparecer,  su  glotona lengua las  hacia suyas como si del  manjar mas exquisito se tratara. Sé quito de encima de mí  y aprovechamos para desnudarnos del todo, solo  los calzoncillos cubrían  nuestros sexos.
Ahora sí, ahora  podía contemplar su cuerpo, sus fornidos abdominales, sus potentes piernas y su redondo y levantado culo.
Pero apenas me dejo  disfrutar de  la contemplación de este cuerpo fantástico, cuando  se  lanzo  contra mi,  y  empezamos a  revolcarnos nuevamente  por la cama, terminando  yo  boca abajo, el  nuevamente a  horcajadas  sobre mi  cintura, besándome la espalda y subiendo  hasta el  cuello, al llegar allí entendió mis brazos  en cruz,   mientras lamia mis omóplatos  y  a penas sin darme cuenta me junto  las dos manos sobre mi culo  y  utilizo nuevamente su corbata  para atármelas.

Al percatarme de la jugada, quise protestar,  pero  entre besos y susurro  me tranquilizo  y  consiguió  que me relajara.

Resbala su cuerpo desde  mi cintura  hacia sus pies y al llegar  su boca a la altura de mi cintura, cogió con los dientes el borde de mis calzoncillos y tiró de ellos hacia abajo. Para facilitarle el trabajo elevo mi trasero,  pero  mi  erecta polla lo mantiene sujeto  por la parte de delante , sutilmente mete las manos bajo mi vientre  y  liberando mi polla del trozo de tela  sigue  con su boca bajándomelos hasta  dejarlos por debajo de mis muslos.

Entonces abalanzándose sobre  mi trasero, mete su nariz entre mi raja  y abriéndome lo en  canal con  ambas manos  pega una fuerte inhalada  de mis olores mas íntimos omóplato  después se aparta unos milímetros y  noto como  un cálido gargajo pega de lleno en  mi  agujero, para después  su sabia lengua  empezar un masaje  en circulo que me hacia gemir de placer.

La postura  se me hacia incomoda, con las manos inmovilizadas en la espalda, el culo  levantado  para facilitarle   el trabajo  y  mi cara hundida contra  el colchón me dificultaba la respiración, pero al mismo  tiempo  me producía  una sensación  de entrega total y de placer absoluta.
Mi polla  lubricaba sin parar  y el jugo sobre las sabanas me permitía deslizarme de manera muy cómoda  y gozosa, llevándome casi  al punto del orgasmo.

Me libera las manos,  me da la vuelta  y tras fundirnos en  un jugoso beso, se arrodilla entre mis piernas  y  brinda el mismo masaje  con la lengua a mi polla  y mis huevos, que el realizado anteriormente a mi  culo durante algunos minutos.

Después mientras acaricia mis labios con los suyos, me  sonríe  y  mientras  se quita sus calzoncillos, me dice,  yo  ya he  hecho lo que quería, ahora te toca a ti.

Mis ojos se  clavan en su entrepiernas  y  mi  capacidad de reacción  queda disminuido ante esa  polla  y esos huevos de toro…………

sábado, 23 de febrero de 2013

Relatos

En este blog, iré colgando  algunos de los relatos eróticos  que  he escrito  o que  forman  parte de algunas de mis novelas eróticas gays.

Es un material para adultos  y su contenido  es explicita mente sexual  y gay.

Si  has llegado  hasta aquí, es por que estas interesado en ello, espero lo disfrutes.