Se acerca hacia mí muy lentamente, me mira, su mirada era desconocida, llena de deseo y sensualidad, un brillo no percibido antes, emana de sus pupilas y una amplia sonrisa socarrona se enmarca en su cara a la vez que pone su mano derecha sobre mi nuca y me viola la boca con su lengua y su abundante saliva.
Su mano izquierda manosea mi culo de manera brutal y yo si saber que hacer con las mías las coloco en su cadera por encima de su culo y lo aprieto contra mi.
Sale su lengua de mi boca, ahora es la mía la que entra en zona ajena y en su boca las dos se enzarzan en una pelea descarnada por defender sus propios territorios, territorios que empiezan a dejar de ser privados, para empezar a ser compartidos.
Al alejarse nuestras bocas, el me coge de la corbata y me arrastra hacia un sofá al fondo de la pared, al llegar a el, se abandona sobre el y sin soltarme provoca que mi boca quede sobre su entre pierna.
Restriego mi boca sobre su paquete por encima del pantalón, mientras mis manos buscaban el cinturón para soltarlo, desabrocho los botones de la cinturilla del pantalón y comienzo a bajar la cremallera, liberando aquel accidentado bulto.
Unos blancos e inmaculados calzoncillos clásicos de Calvin Klein, aparecen marcando un poderoso miembro colocado hacia la izquierda.
El me suelta mi corbata, y aflojándose la suya, comienza a quitársela de su cuello y a soltar uno a uno los botones de su camisa.
Nos volvemos a fundir en su calido y húmedo beso y comenzamos a desnudarnos mutuamente.
Yo aparecía totalmente desnudo, luciendo mis piercing en los pezones y mi cockring en la polla, mientra el aun estaba es calzoncillos y camiseta de tirante también blanca.
Admire este engañoso cuerpo de hombre maduro por unos instantes, hasta que desprendiéndose de todos los trapos, un poderoso torso peludo, unos pectorales potentes y unos pezones asombrosos aparecieron a mi vista.
Nuestros sexos desnudos, orgullosos, potentes se rozaron ante un nuevo abrazo que no llevo nuevamente a confundirnos en un placentero beso.
Mis manos bajaron por sus caderas, y sin poder controlarlas resbalaron por sus turgentes glúteos peludos, y la derecha se perdió entre su raja camino de su agujero, tratando de explorarlo.
El mientras buscaba mis pezones con sus labios, con sus manos acariciaba mi polla, y cuando quise darme cuenta lo tenia de rodillas masajeando mis huevos y engullendo mi rabo como si le fuera la vida en ello.
Tras quedar mis manos desocupadas , teniendo la cabeza a la altura de la misma, la cogí y reconduje el ritmo de la mamada, indicándole los movimiento y manteniéndola junto a mi cuerpo con mi polla en el fondo de su garganta, hasta hacerle provocar alguna que otra arcada, para tras dejarle oxigenarse, volver a usarlo del mismo modo.
Se incorporó, me miró a los ojos y me dijo:
- Ahora te toca a ti.
Mi voluntad no existía, la obligación me llamaba y era el momento de devolverle esa magnifica felación, y puse todo mi empeño en ello.
Salivaba y engrasaba esa magnifica polla, mis manos jugaban con sus potentes huevos de toro y acariciaban ese culo delicioso.
El gemía, jadeaba y yo, comía, lamía, tragaba y volvía a liberar ese pedazo de carne, para volver a comenzar y llenar mi boca y mi garganta de ese pedazo de carne jugosa, potente y sabrosa.
- Para, para, me dijo.
Elevé la mirado y su gesto concentrado me mostraba lo cerca que había estado del orgasmo.
Traté de darle la vuelta para empezar a mordisquear y lamer ese culo peludo, duro y potente de macho, pero una vez mas, él indico los tiempos.
No, la iniciativa es mía, mientra se arrodillaba frente a mi, y arrodillándome sobre el sofá, me manipuló hasta poner el culo a la altura de su cabeza, me golpeo subvente los glúteos con la palma de la mano abierta, hundió su cara entre mis nalgas y tras una larga y profunda inspiración saco su lengua y recorrió mi raja, apartó su cabeza de mi culo y escupiendo sobre el, me miró y me dijo:
- Disfruta de mi lengua, que después será otra cosa de la que disfrutaremos los dos.
Me relajé, concentré mi mente en el masaje que me estaba ofreciendo y tratando de controlar el placer y dosificarlo, me entregué sin ningún genero de dudas, estando dispuesto a continuar según el guión previamente escrito por él.
Cerré los ojos, trate de dejar mi mente en blanco y me deje llevar.
Su lengua me devoraba, sentía su calido y húmedo apéndice y temblaba de gusto, sus babas resbalaban de mi agujero por mi raja, empapaban mis huevos y humedecían toda mi entrepierna.
Mi polla disfrutaba de este resbaladizo jugo y ayudaba al masaje que me daba con mi mano izquierda, mientra con la otra agarrado al respaldo del sofá, y hundiendo mi cabeza contra el mismo resoplaba del placer que estaba sintiendo
El me abría las nalgas con las dos manos, me escupía, y frenéticamente pasaba su lengua una y otra vez por mi raja, bordeaba mi redondo y abierto culo y jugaba con su punta en mi agujero ,que poco a poco iba cediendo ante la insistencia de este fabuloso masaje.
Sus manos recorrían mis nalgas, las azotaban, las abrían, yo las sentía arder de sus manotazos para después su lengua recorrer la rojez y refrescármelas al mismo tiempo que mi culo por momentos aumentaba en calorías y cada vez pedía más y más.
Escupe una vez mas, se mete el dedo índice en la boca, lo ensaliva bien y tras acariciar mi agujero, noto como mi esfínter cede, como el dedo entra, se cuela, mis paredes le dan la bienvenida, lo abrazan, lo absorben, en su interior manteniéndolo en los mas profundo de sus paredes.
Sus labios mordisquean mis nalgas, sus dientes arañan tiernamente mis carnes, y con su lengua va buscando mis huevos, los lengüetea, los lame, se los mete en la boca, juega con su lengua y su saliva , para tirar de ellos y liberarlos lentamente, su dedo en el interior de mi ano, empieza a moverse de dentro a fuera, hace un masaje en redondo, lo recorres varias veces, lo saca, escupe en mi culo nuevamente, juega con su lengua, se para un momento, se deleita con el aroma de mi culo abierto aun, engrasa nuevamente, se mete dos dedos en la boca, me mira, me hace un guiño, inspiro fuertemente, me relajo, y le doy mi consentimiento con liguero movimiento de la cabeza, me hundo contra el acolchado de respaldo y siento como el culo me arde, se abre, se rompe, y se relaja en un nuevo gemido de placer que explota de mi boca.
Juega con sus dedos, se mueve, se retuercen, mi culo cada vez mas ardiente mas abierto, saca los dedos, siento un nuevo chorro de saliva, nuevamente presión en la entrada, son tres húmedos dedos, cedo, entran, juegan en mi interior, mi polla babea, gimo, me retuerzo, no puedo mas, mi culo me esta dando un placer inusitado, un placer que hasta ahora no había descubierto.
Saca sus dedos de mi culo, se recuesta sobre mí, me besa el cuello, me acaricia el pecho, juega con mis pezones, y me susurra al oído:
- ¿Estas dispuesto?
- Siiiiiiii, por favor, fóllame.
Noto como mueve las caderas, como me roza con su potente nabo, como mi culo se emputece ante este roce, y busca el capullo en su entrada.
Siento fuego en la entrada, un calor húmedo, que abre, que se cuela, que me invade.
Mi culo, se abre, se rasga y lo recibe entero, mis sentidos se enloquecen, lo noto entrar, como me inunda, como se acopla a mi agujero, como me llena y mis paredes lo aprietan;
abrazando ese pedazo de carne que me hace gozar.
Su avance no para, hasta que noto como sus huevos, me flagelan las nalgas en un acoplamiento completo.
Sus brazos aprietan mis caderas, siento su respiración entrecortada en mi espalda, su aliento calida abrasándome el cuello y su voz melosa susurrarme al oído
- ¿Estas bien?
- NUNCA ME HABÍA ENCONTRADO MEJOR.
Fue mi clara respuesta.
Note como su cuerpo se separaba del mío, como el único nexo de unión entre nosotros era su espada clavada en mi culo, y como esta se iba retirando despacio de mi interior, hasta casi salir, para volver a meterse hasta los huevos, repitió una y otra vez la operación, mi culo ardía, la fricción me quemaba por dentro, a la tercera vez, una generosa capa recubría la polla y ahora deslizaba suavemente .
RELÁJATE Y DISFRUTA.
Me gritó.
Me aferró fuertemente las caderas, y tomando impulso comenzó una fuerte follada.
No me lo podía creer, me estaban rompiendo el culo y disfrutaba como un loco, gritaba, me retorcía, jadeaba y le pedía mas, le pedía que me follara mas fuerte, que me usara como quisiera.
Así, relájate, disfruta de mi polla, pero no te corras, que yo también quiero disfrutar luego de la tuya.
Me muerdo los labios, me relajo, pero dejo de acariciarme mi nabo, concentro el placer en las salvajes envestidas que estoy recibiendo, y percibo cada vez con más claridad la renovada intensidad de su follada.
Su respiración empieza a ser entrecortada, sus jadeos aumentaban, su polla bombeaba mi interior, hasta que con un fuerte grito, mientras retiraba su polla de mi culo decía
ME CORROOOOOOOOOOOOOOOOO.
Sobre mi espalda unos imponentes chorros de semen caían.
Su calidez me hacia retorcerme, el recobró el aliento,, se arrodillo, lamió mi polla, comprobó que lubricaba abundantemente pero no me había corrido, lamió mis huevos, subió a mi culo, paso la lengua lo lamió por dentro, se incorporo, y pasando la lengua por toda la espalda, fue recogiendo cada gota de su propia leche, la absorbía la saboreaba y se la tragaba, hasta dejar mi espalda totalmente limpia.
Me incorporo, mis piernas temblaban, me abrazó, y tras acariciar tenuemente mi cuello con sus labios, me dijo.
Ahora soy tuyo, disfruta de mi cuerpo.
Me cogió mi mano derecha, la llevó a su polla y mientras me sonreía, descubrí, como su sexo estaba nuevamente dispuesto, duro como un misíl, dispuesto a un nuevo combate.